Sucedió en Zaragoza hace un año y ambos policías estaban acusados de hacer pupita a un chico que les pidió ayuda.
Para que no cupiera duda el juez llevó al juicio un peluche de un tucán y lo puso en la mesa de los acusados para así diferenciarles del denunciante.
Uno de los dos policías comentó que iba ensayando el paso del "policía inglés desocupado" girando la porra en círculos cuando un chico que iba caminando a gatas se cruzó en su trayectoria.
Para colmo le hizo fracasar y volver a repetir todo otra vez.
El otro policía, el cual llevaba un bigotazo, se quiso excusar diciendo que el cambio de frecuencia de las oscilaciones de la porra aún no lo tienen muy pulido.
Ambos imputados, J. L. S. y A. M. R. G se quejan de tener esos nombres tan raros y se enfrentan a 4 y 5 años de cárcel. Pero no una de esas cárceles con televisión, billar y piscina, van a una de las que tienen policías que rompen mandíbulas con la porra.
Le pudimos preguntar a Ángeles González Sinde, y nos dijo "¿A mí que cojones me cuentas? ¡Bastante tengo con amañar los Goyas!¡Preguntadle a Miguel Bosé!"
En Zaragoza no se habla de otra cosa, y el G.G.G. (Grupo de Gente que va a Gatas) está tomando precauciones para que no se vuelva a repetir nada parecido.
El chico pudo afirmar, pero solo con la cabeza.
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